Ecuador: Entre la privatización de la Banca Central o un rumbo de Patria Grande
- M E T H O D O S
- 2 mar 2021
- 4 Min. de lectura
César Balcázar Montes de Oca
Economista del IPN

El pasado domingo 7 de febrero se llevaron a cabo elecciones presidenciales en Ecuador, la cual tuve oportunidad de presenciar desde la Ciudad de Quito. La disputa nuevamente se centró en los polos ideológicos de derecha, que representa al modelo económico neoliberal encabezada por el gobierno de Lenin Moreno y sus alianzas con Yaku Pérez y el propio Banquero Lasso, y de la izquierda que busca establecer Estados de Bienestar conjunto a la idea del “Buen Vivir” representada por los miembros de la Revolución Ciudadana entre ellos el binomio presidencial Arauz-Rabascall y el expresidente Rafael Correa.
La izquierda logró triunfar con una amplia ventaja del 10% de la votación sobre el segundo lugar, sin embargo, no encontró el respaldo suficiente para ganar en una sola vuelta y ello pone a disputa el país y el proyecto nacional nuevamente para el 11 de abril en el balotaje, lo cual es riesgoso para la economía del Ecuador por la posible aprobación de la privatización de la Banca Central en el periodo de distracción electoral ampliado.
En una de las conversaciones que se pudieron sostener con miembros de la Revolución Ciudadana se comentaba que este hecho era casi una perdida de la soberanía monetaria y de liquidez del Estado, lo cual agravaría los problemas de pobreza y desigualdad al incapacitar al Estado en el uso de las reservas para las políticas públicas.
La ley de privatización de la Banca Central, denominada por el Gobierno de Lenin como “defensa de la dolarización” busca entregar la decisión de política económica exclusivamente al Banco Central, algo muy similar a lo que sucede en México, solo que en México es únicamente el tema de la política monetaria.

Imagen: Hispan TV
Esta iniciativa de reforma busca reencausar a un mercado privado de divisas que ha perdido la confianza en el gobierno neoliberal de Lenin Moreno, así como que busca terminar de consolidar el poder económico sobre el poder político-público en una etapa crítica donde la pandemia de la COVID19 mas necesita de la acción Gubernamental. Eliminar la injerencia de la economía pública sobre el dinero de las y los ecuatorianos por cuestiones “técnicas” como les llaman ellos, dictadas desde el Fondo Monetario Internacional, representa el claro plan de volver la economía del Ecuador una cuestión puramente de mercados financieros internacionales, es decir, la financiarización total de la economía, un regreso total al pasado.
Los Hogares y las Empresas del Ecuador han preferido sacar cada vez mas divisas del país por considerarlo poco seguro para su crecimiento individual y familiar. Acorde con datos del Observatorio de la Dolarización los activos en el exterior crecieron de 16.9 millones a 19.11 millones de dólares del periodo de 2017 a 2020 lo cual limita la liquidez del gobierno ante emergencias nacionales.
Este retroceso económico y democrático representado por la propuesta de privatización afectaría a los mas de 15 millones de ecuatorianos que se encuentran luchando hoy contra la pandemia de la COVID19, y asimismo aumentaría los niveles de pobreza por ingreso y multidimensionales por ser una propuesta reductora de la capacidad Estatal en el actuar económico público.
Por si fuera poco, desde la llegada de Lenin Moreno en 2017, la pobreza ha aumentado de forma significativa pues, acorde con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC:2019), la pobreza por ingresos aumentó en 3.5%, es decir aproximadamente 595 mil ecuatorianos ya no alcanzan a costear la canasta básica del Ecuador, ello sin contar los miles de personas que han perdido sus empleos o actividades económicas derivado de la pandemia y que no fueron contabilizados en el último censo.
La irresponsabilidad gubernamental en la economía también se ha visto alentada con la falta de claridad de algunos candidatos como Yakú Pérez que no han propuesto algo relevante para la transformación de la matriz productiva de la economía ecuatoriana, o como los visibles intereses de Lasso de aumentar la concentración del capital en pocas manos al proponer la eliminación del Impuesto Sobre la Salida de Divisas (ISD), que es del 5% y representa en periodos ordinarios mas de 90 millones de dólares que pueden ser usados en Gasto Público y permiten mantener estable la liquidez del país. Cabe destacar que diversos estudios empíricos ya han demostrado que dicho impuesto no frena la Inversión Extranjera Directa tal y como señala el candidato de los Bancos Guillermo Lasso.
Dicho esto queda claro que, visto desde afuera, el Ecuador y con ello el futuro de América Latina se encuentran en un debate de proyectos nacionales con un fondo ideológico demasiado marcado; por un lado la propuesta neoliberal de privatización de empresas y de la Banca Central así como de la desaparición del Estado en la Economía y aumento de las desigualdades y pobreza y por otro un proyecto popular que busca regresar la justicia social a través de propuestas de regulación de los grandes poderes económicos que ya demostró funcionar en el pasado cuando el expresidente Rafael Correa sacó de la pobreza a 1.9 millones de pobres.
Bibliografía
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